Es delicioso ser el catador de sus miradas,
que se pueda sentir todo sin decir nada.
Que todos te observen por tu belleza, mientras yo disfruto de tus caricias.
Me encanta tu cuerpo, pero tu cerebro es la mayor de tus delicias.
Tu inteligencia es el don que has adquirido de la experiencia,
tu presencia es un regalo, un castigo tu ausencia.
Pobre el hombre que solo haya fijado su mirada en tu apariencia,
pues el secreto de toda estrella no está en su brillo, si no en su esencia.
No me aferro a ti como si fueras un tipo de salvación,
te dejo fluir pues solo el buen ritmo engancha al corazón.
Soy bastante orgulloso, pero tenías la razón.
Es mas lindo todo cuando no se espera, si no cuando se toma la decisión.
Te agradezco por aparecer y dejar los miedos atrás,
cuando te sientas sola o falta de paz,
recuerda que no existe el tiempo para rendirse, jamás.
Y cuando halen mal de ti recuerda, como tu nadie más.
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POEMA POR: Juan Pablo Marquez A.K.A. Marco
EDITADO POR: Rafael López A.K.A. FR
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