La mirada del que no juzga,
la sonrisa del que sin ego juega.
Aquel que no cambia el valor por el premio,
el que sin recursos construyo su ingenio.
Nos llaman locos, vagos e ingenuos.
Elemental, mi querido Watson.
Aquí a lo esencial lo hacen ver superfluo;
y al que lo intenta lo llamaran al principio terco,
después genio.
Conserva tu creatividad y esperanza,
existe una enfermedad llamada vanagloria
y se disfraza de autoconfianza.
Resiste por más que en tu contra ser perfilen las lanzas,
si tienes miedo recuerda cuando eras pequeño,
sonríe, llora, persigue y cuando lo enfrentes, descansa.
No sé si llamarlo consciencia o más como lo veo,
llamarlo alma.
Ese lugar inexplicable que por más que nos ahoguemos,
nos brinda calma.
Es eso recordar ser niño, volver a jugar y ensuciarse las palmas.
La oscuridad acedia y mas quien quiere brindar luz,
pue en sí son complementos.
No seas egotista, para ti es tristeza otros podrán estar contentos,
recuerda, sé niño. Los niños no cuentan el tiempo.
sé adulto con las deudas,
pero que un mundo gris no se convierta en tu templo.
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POEMA POR: Juan Pablo Marquez A.K.A. Marco
EDITADO POR: Rafael López A.K.A. FR
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