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MENSAJE 06 | RELIGIÓN DE LA CALLE


Antes de empezar formalmente el artículo se quiere informar que esta es una sección de la SUARAPWEB, en la que se pretende llevar datos de cultura general, o más en sí, una sección donde se pueda leer sobre algo diferente a los formatos que estamos acostumbrados a ver en la página.


Aquí se piensa informar sobre raíces del rap y todo lo que conlleva la cultura Hip Hop, con todas sus ramas y en ocasiones aclarar el impacto que también tuvieron otros géneros musicales en sus principios.


hechos icónicos e históricos, personajes memorables, títulos, los lugares de los que surgieron, los conocidos suburbios, los callejones por donde abunda el arte, narrado desde una perspectiva de hilos conductores para hacer más interesante la experiencia para el lector.




 

La banda de rap más famosa de Bogotá se desmarca de los comentarios que la vinculan con un jefe del Bronx.


Cuentan cómo dejaron su pasado torcido y viajaron desde los barrios pobres de ciudad bolívar a las tarimas en Europa.


Que antes de ser la Crack Family fueron Fondo Blanco y que en ese grupo estuvo metido alias Homero, supuesto jefe de un gancho del Bronx.


Que de niño Cejaz Negraz era un ladrón y que Money estuvo encerrado en una cárcel de Estados Unidos.


Que se montaban a una tarima en esa olla y cobraban $1 millón por canción. Lo que se dice de ellos da para un libro en varios tomos. Es difícil saber qué es mito y qué es verdad en la historia de la banda de rap más famosa de Bogotá. Lo claro es que con su sonido hardcore y sus letras crudas, que cuentan la vida del pillo, el drogadicto y la olla, se convirtieron en un fenómeno de la ciudad, o más bien, de sus calles.



La Crack llegó a ser lo que es y a andar, incluso, en limusinas por Europa, por su fidelidad con su origen en los barrios bajos de Bogotá. Los conocían en los barrios populares. Ahora, como Crack Family, son un fenómeno en toda la ciudad. Una religión, dicen ellos.


Crack Family anda en boca de muchos porque, luego de que la intervención del Bronx desenterró las historias de esa plaza de drogas, salió una versión que los vincula con un supuesto jefe de un gancho. Ellos lo desmienten, clausuran el tema diciendo que no tienen nada que ver con ningún gancho, ni con Homero.


Desde sus comienzos en los 90´s ya mostraban su potencial para “pegar” duro en la escena musical. Como Fondo Blanco, fueron un grupo de culto.


Llevaban vidas paralelas, dice Money, él en Nueva York y su socio en Ciudad Bolívar.


Cejaz llegó del campo, al sur de Bogotá, con su mamá y siete hermanos.


Money salió de Bogotá con su familia a los cinco años, rumbo a Nueva York.


“Para seguir comiendo mierda acá, pues mejor comíamos mierda allá”, dice.



Les molesta que piensen que su reconocimiento lo alcanzaron porque los impulsó el crimen.




“Publicidad gratis”, les dicen algunos amigos, pero a ellos ese argumento no los convence. prefieren contar su versión.


Ambos son hijos de madres solteras, uno se envolvió temprano en las drogas, fue ladrón y padre a los 13 años, viviendo en “barrios de putas, ladrones y sapos” en Bogotá, como dice una de sus canciones. El otro estuvo a la deriva afuera, “caí como víctima de la calle, viví la pesadilla americana”, estuvo 19 años en Estados Unidos, los últimos en la cárcel; volvió a Bogotá porque lo deportaron.



"Es mi destino: no volver al punto donde estaba”, cantan en "Las Tetas D." eso es algo de la historia que hubo antes de que Cejaz y Money se conocieran , y estuvieran en fondo blanco, el paso previo de la Crack. Prefieren no hablar de sus pasados, que ya son bastante conocidos, dicen, y sí, en Internet hay decenas de publicaciones sobre lo que fueron, que tambalean entre el mito y lo que realmente son este par de raperos.


Y en sus canciones se descubren detalles de sus vidas, que se pueden condensar en una palabra: calle.


“Seguimos siendo gente de barrio, mis amigos son chinos que se la rebuscan”, dice Cejaz; ahora sienten que han madurado, que son otros tiempos. “Nuestra música es un reflejo de la ciudad, de nosotros. Habla de estar enamorados, de nuestros hijos, del agua, del aire, de vida”.


La Crack Family significó el despegue de Cejaz y Money, mejorar la producción en sus canciones, tener su propia marca de ropa, abrir tiendas en cinco ciudades, salir de gira al extranjero y la masificación de su música.

Hoy, en su canal de Youtube, sus vídeos suman 151 millones de reproducciones, un número largo si se tiene en cuenta que no suenan en la radio ni tienen promoción más allá de la que ellos hacen en redes sociales y, sobre todo, si se considera que la industria del rap en Colombia prácticamente no existe.


“Un amigo en Miami al que le gusta lo que hacemos, otro en Madrid, otro en Bosa… esos son los que se encargan de mostrar nuestra música”


Mientras crecía el alcance de su música también lo hacía el mito, ese del que se quieren desmarcar; “han dicho de todo, que éramos Illuminati, por una imagen que salió en un vídeo; que nos patrocinaban bandidos; que gracias a nuestra música los niños consumen crack; que hicimos conciertos en la L del Bronx para atraerlos… no, no nos patrocina nadie. Nadie nos pagó el vinilo que grabamos en Europa, nadie nos dice por encima del hombro qué escribir y nadie vivió por nosotros lo que hemos vivido”.


Fa su concierto en la L, explica: “un día fui a fumarme un bareto y pensé: ‘qué chimba tocar acá, darle un concierto gratis a la gente del Bronx y hacer una pintura que diga Crack Family’.


Les comenté a los de seguridad, que ni siquiera eran estos que ahora mencionan. Les dije: soy el rapero que ustedes ponen a sonar en las rockolas y quiero dar un concierto”.



Fue solo un toque, dice, y antes de que se popularizaran los conciertos de rap en el Bronx pero, no precisamente por ese toque llegaron a la fama, la crack ya tenia trayectoria, que es lo que no ven.


Esas historias que ellos niegan, se han potenciado por el contenido de su música, “Un drogadicto en serie”, por ejemplo, narra el recorrido de un muchacho que empieza “fumándose los ahorros de su vieja” y termina muerto por andar robando, “estoy aburrido/ quiero matar a alguien/ se echaron a mi socio por faltar a muchos/ por fumarse amigos, familiares, conocidos”.


“La música de nosotros es un reflejo de la ciudad y de nuestras propias vidas” agregan que su lema personal, el de la CF, atraviesa su música: progreso continuo.



Como dice Money, les queda poco, él sólo se habla con la mamá y una tía; Cejaz, sólo con la mamá, “escogí una familia -dice refiriéndose a Cejaz- porque mi familia natural se alejó de mí cuando tuve problemas”, “hay muchachos que dicen: ‘sabe qué Cejitaz, no hay familia ni religión sino Crack Family’ y son muchachos que en serio no tienen a nadie, lo dicen porque nuestras letras hablan de ellos” una buena parte de la ciudad se siente contada en sus letras.


“Ahora llevamos una vida que va derecho, transparente. Si alguien que me conoció antes me ve ahora y no entiende qué es progreso, no entiende nada” Bogotá, donde caminan pelados con chaquetas con sus caras y sus símbolos, donde se oyen por miles sus canciones, Crack Family se ha vuelto una especie de religión...


 

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ARTÍCULO POR: Daniel Roa A.K.A. Cosmo

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